Del tejado al satélite: la historia del cable que conectó al mundo

Del tejado al satélite: la historia del cable que conectó al mundo

Hubo una época en que ver televisión era una prueba de paciencia. Cuatro canales, antenas poco confiables y señales que se desvanecían con la lluvia hacían del entretenimiento un lujo caprichoso. Pero todo cambió cuando unos cuantos visionarios, en lugar de aceptar las limitaciones, decidieron colgar la solución… literalmente, del poste más alto.

En 1948, en Estados Unidos, John Walson, dueño de una tienda de electrodomésticos, instaló una antena de 70 pies de altura para captar la señal de televisión y transmitirla por cable directamente a los hogares de sus clientes.

Fue el primer paso hacia la televisión por cable. Casi al mismo tiempo, en el otro extremo del país, Ed Parson experimentaba con una técnica similar: conectó a sus vecinos mediante cables coaxiales y amplificadores para distribuir la señal del canal KRSC, situado a más de 200 kilómetros.

En 1950, nació oficialmente el primer sistema comercial de televisión por cable con cobro por suscripción. Para la década de 1960, el sistema CATV (Community Antenna Television) comenzó a expandirse fuera de Estados Unidos hacia América Latina. Para 1967, ya se superaban los 12 canales disponibles, y en los años 70 la expansión fue imparable.

El verdadero parteaguas llegó en 1972, con el lanzamiento de HBO, el primer canal de televisión por suscripción que ofrecía contenido premium. Solo tres años después, en 1975, HBO realizó la primera transmisión por satélite, marcando el inicio de la distribución televisiva moderna.

Durante la década de 1980, la televisión por cable se consolidó gracias a su oferta internacional: CNN trajo noticias 24/7, MTV revolucionó la música con sus videos, HBO dominó con sus películas y ESPN cambió la forma de ver deportes. Al finalizar esa década, el servicio por cable ya era común en toda América Latina.

En los años 90, la incorporación de la tecnología digital y la fibra óptica transformó radicalmente la calidad y capacidad del sistema. Para los años 2000, la llegada de plataformas como Netflix y YouTube desafió al modelo tradicional, llevando a las empresas de cable a diversificarse e incluir servicios de internet y telefonía.

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